Tanto trabajo tiene el Ratoncito
Pérez... ¡Que ha tenido que echar mano de su parienta la Sra. Pérez!
Esto es un no parar. Cómo crecen los niños y cómo se les caen los dientes... nada, que el pobre no daba a basto y pensó, ¿y si le hago un contrato a mi Señora? Pero no uno eventual por las circunstancias de la producción, no: ¡La hago indefinida! Que esta chica vale un montón y es tan mona, y así ampliamos el negocio a familiar.
Y así están, como son una pareja muy
bien avenida, se organizan divinamente con la recogida de dientes de
leche y la entrega de monedillas.